por Alexandria Garcia, Pasante de Dietética Graduada en el Hospital Infantil de San Antonio (The Children’s Hospital of San Antonio) revisado por Celina Parás, MSc, RDN, LD, Especialista en Educación Nutricional, CHEF, Hospital Infantil de San Antonio
A la mayoría de los niños les disgusta la comida debido a su textura, su apariencia, el sabor y el olor. Si su hijo es quisquilloso con sus comidas, entonces esto seguramente le suena familiar. El consumir comidas saludables puede ser un desafío, pero trabajar en equipo con su hijo puede ser el comienzo para expandir sus gustos.
Sé Aventurero
Involucre a sus hijos en la elección de nuevos alimentos. Esto le dará a su hijo un sentido de control. Vaya al supermercado y elija una nueva fruta o verdura. La sección de frutas, verduras y legumbres puede ser colorida y es el lugar perfecto para explorar. Luego, vaya a casa e investigue datos interesantes sobre esta nueva comida. Por ejemplo, dónde la cultivan, qué vitaminas tiene y cómo se puede cocinar.
Pruebe las Texturas
La textura puede ser la razón principal por lo que su hijo no disfruta de ciertos alimentos. Recuerde, la textura es como el alimento se siente en la boca, a comparación de su sabor. Un buen ejemplo sería lo blando de un tomate fresco. Intente picarlo y hacer una salsa, o licuarlo para suavizar la textura. Use esta mezcla para hacer salsa para pasta y usarla en nuestra Pasta de Calabacín a la Boloñesa (https://chefsa.org/wp-content/uploads/2019/01/Bolognese_Zucchini_Pasta_-_SPANISH.pdf), una opción de comida italiana más saludable.
Tómese su tiempo con la degustación
El probar un nuevo alimento puede asustar a su hijo, así que tenga paciencia. Pruebe repasando los movimientos al comer, del plato a la boca, una comida a la vez. Intente primero, llevando la comida a la boca y luego tocando la lengua. Luego intente tomar un pequeño bocado, después un gran bocado, y finalmente, todo. Ofrezca estos nuevos alimentos con algunos que ya come para que sean menos estresantes.
Cocinar Juntos
El cocinar juntos es otra manera creativa de vincular todos estos ejercicios e involucrar sus sentidos. Elija una receta saludable y cocínela informalmente en casa, o pruebe una de nuestras clases de CHEF. Sea creativo y juegue con diferentes formas, utilizando moldes (cortadores) para galletas, por ejemplo. Deje que su hijo se crea científico e invente un nuevo sabor. Aproveche esta oportunidad y aprenda cómo la alimentación saludable puede ser una experiencia positiva en general. Por último, disfrute de la comida que ha preparado en familia.
Aunque es posible que estos ejercicios no curen el problema de la noche a la mañana, definitivamente son una excelente manera de que su hijo desarrolle una relación positiva con los alimentos.
Fuentes de Información (disponibles en inglés):
Tanner A, Andreone BE. Using Graduated Exposure and Differential Reinforcement to Increase Food Repertoire in a Child with Autism. Behavior Analysis in Practice. 2015;8:233-240.
Nutrition Therapy for Selective Eaters. Public Home Page – Nutrition Care Manual. https://www.nutritioncaremanual.org/client_ed.cfm?ncm_client_ed_id=308.