A las 18-22 semanas, tienes aproximadamente cinco meses de embarazo. Tu bebé crecerá rápidamente durante este periodo, haciendo que tu “barriguita” sea más perceptible. En tu próxima visita al médico, tu equipo sanitario comprobará cómo está creciendo tu bebé, junto con tu riesgo de Preeclampsia y Diabetes Gestacional. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda que todas las mujeres embarazadas se sometan a pruebas de detección de estas afecciones entre las semanas 20 y 28 de gestación. Estas pruebas garantizan que tengas un embarazo sano y pueden orientar a tu equipo sanitario para tomar decisiones importantes sobre tu atención. Cada vez que acudas a una cita, no dudes en pedir a tu proveedor que te explique qué procedimientos está realizando y por qué es necesario el cribado. Cuantas más preguntas hagas, más sabrás sobre lo que te ocurre a ti y a tu cuerpo durante el embarazo.
Un tentempié equilibrado ofrece dos de las tres fuentes principales de energía conocidas como macronutrientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas. Un tentempié equilibrado o “inteligente” combina hidratos de carbono complejos con proteínas magras o grasas saludables para darte energía a lo largo del día. Las investigaciones demuestran que las comidas pequeñas ingeridas cada 2-3 horas pueden ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre y minimizar la sensación de hambre que puede llevar a comer en exceso a lo largo del día. Incluir tentempiés equilibrados puede incluso hacer frente a la sensación de náuseas, acidez, gases e hinchazón durante el embarazo. Combina uno de los hidratos de carbono de la siguiente lista con una grasa saludable o una proteína magra para preparar tu próximo tentempié equilibrado.
Termina un buen tentempié con una bebida que sacie la sed, como el agua infusionada, para darle más sabor. Las necesidades de agua y líquidos durante el embarazo aumentan a 3 litros, 12 tazas o 96 onzas diarias. Añadir frutas y hierbas al agua endulza naturalmente tu bebida sin añadir azúcar. Una forma de satisfacer tus necesidades es llevar contigo una botella reutilizable a lo largo del día para ayudarte a beber más agua y aumentar tu energía. Elige una de las combinaciones siguientes para añadir más sabor a tu agua.
Si el agua infusionada no te satisface lo suficiente, prueba con agua con gas sin azúcar, un vaso de leche de vaca desnatada/baja en grasas o zumos 100% de fruta y verdura para satisfacer tus necesidades de líquidos. Recuerda que cada ración de 8 onzas de zumos 100% también puede contar como una ración de 1 taza de fruta o verdura. El té sin azúcar también puede saciar tu sed sin añadir más azúcar y calorías a tu dieta, pero puede ser complicado. Las variedades de té, incluidos el negro, el de hierbas y el verde, pueden combinar ingredientes activos como cafeína, taninos, oxalatos u otros componentes que pueden impedir que tu cuerpo ingiera los nutrientes vitales que necesita. Lo mejor es que hables con tu equipo sanitario para que te dé su opinión sobre el consumo de té durante el embarazo.
El Dr. Shad Deering, médico especialista en Medicina Materno-Fetal del CHRISTUS Children’s, ha respondido a algunas preguntas para ayudarte a entender mejor qué es un embarazo de alto riesgo. He aquí sus respuestas.
¿Qué es un embarazo de alto riesgo?
La diabetes gestacional se produce cuando tus niveles de azúcar en sangre son más altos de lo normal durante el embarazo. Esta enfermedad suele detectarse mediante una prueba de tolerancia a la glucosa entre las semanas 24 y 28 de gestación. Si te diagnostican diabetes gestacional, es posible que necesites intervenciones adicionales a través de la dieta, la actividad física o los medicamentos para completar un embarazo sano. Aproximadamente entre el 2 y el 10% de los embarazos en Estados Unidos experimentan Diabetes Gestacional, así que no temas. ¡No estás solo!
La preeclampsia se produce durante el embarazo cuando experimentas niveles elevados de tensión arterial, además de una liberación de proteínas a través de la orina. La preeclampsia es una afección específica del embarazo que no tiene una causa definida. Los embarazos diagnosticados con estos síntomas tienen un mayor riesgo de parto prematuro y suelen ser vigilados de cerca por un equipo sanitario.