¡Enhorabuena! Acabas de dar a luz a tu recién nacido. Los primeros días después del parto son de adaptación para ti y para tu bebé. Tu profesional sanitario querrá programar una cita de seguimiento dentro de los cinco primeros días tras el alta, para asegurarse de que tu bebé se adapta bien a la vida extrauterina. En su primera consulta, tu pediatra realizará una exploración física sin ropa de tu bebé, que incluirá tomar su talla y su peso. No olvides llevar uno o dos pañales más para obtener el peso más exacto de tu bebé. Tu pediatra también puede hacerte preguntas sobre el horario de comidas de tu bebé y sus primeras fuentes de alimentación. Consulta las secciones Necesidades Nutricionales y Actividad de Participación Familiar más abajo para elaborar un plan para alimentar a tu bebé.
Tu bebé tiene reflejos involuntarios que ocurren sin proponérselo y que pueden cambiar a comportamientos voluntarios a medida que reacciona al mundo que le rodea. Algunos de estos reflejos son el enraizamiento y la succión.
La “Hora Dorada” se refiere a la primera hora de vida en la que se coloca al bebé sobre tu pecho desnudo, lo que se conoce como contacto piel con piel. Es una forma estupenda de tranquilizar a tu recién nacido y establecer un vínculo con él. Con el tiempo, empezará a buscar tu pecho, utilizando su reflejo de enraizamiento para agarrarse a tu pezón y empezar a succionar. Como es la primera vez que tu bebé se prende, ten paciencia. Pueden fracasar en el primer intento. Cuando tu bebé se prenda, también debe ser indoloro y cómodo para ti. Si experimentas dolor o irritación, habla con un especialista en lactancia para que te ayude a aliviar esta preocupación. Está bien no producir mucha leche en el primer intento. El estómago de tu bebé tiene el tamaño de una canica o aproximadamente una cucharadita al nacer. Cualquier leche materna que le des a tu recién nacido le preparará para el éxito. Aunque la “Hora Dorada” favorece el enganche precoz y el éxito de la lactancia, cualquier momento en que tú o tu pareja tengáis contacto piel con piel con tu bebé puede ayudar a formar un vínculo duradero.
Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses, la Academia Americana de Pediatría y la Organización Mundial de la Salud animan a las madres a dar el pecho al menos durante los dos primeros años de vida o el mayor tiempo posible. Si te preocupa dar el pecho al volver al trabajo, habla con tu jefe para planificar un momento en el que puedas sacarte leche a lo largo de la jornada laboral. Recuerda que cada onza de leche materna que le des a tu bebé puede llegar muy lejos. Las madres y los lactantes que dan el pecho están protegidos frente a ciertas enfermedades y dolencias a largo plazo, como la diabetes tipo 2, la hipertensión y el cáncer. La siguiente Actividad de Compromiso Familiar puede ayudarte a crear un Plan de Alimentación Infantil para las primeras horas, días y semanas de vida de tu bebé. Esto puede ser una guía para ti y puede ser flexible para satisfacer tus necesidades y deseos.
La lactancia materna no es una opción para todas las madres, pero si decides dar el pecho, quizá quieras aumentar tu producción de leche. Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a alcanzar este objetivo:
El Dr. Lawrence Quang, Jefe de la División de Medicina de Urgencias Pediátricas del CHRISTUS Children’s, habla de lo que debes y no debes hacer para mantener los hábitos de sueño de tu recién nacido.