La siguiente visita al pediatra suele programarse una semana después de la primera, cuando tu bebé tenga unas dos semanas. En los primeros días tras el nacimiento, tu bebé perderá entre un 7 y un 10% de su peso. Esta visita tiene por objeto comprobar si tu bebé ha recuperado el peso que perdió desde el nacimiento. Lo normal es que tu bebé aumente unos 20-30 gramos o una onza al día y alrededor de una pulgada al final del primer mes, lo que constituye su primer estirón oficial. Algunos signos de que tu bebé está creciendo rápidamente son el aumento del hambre y la inquietud, mientras se despierta con frecuencia por la noche. Estas mayores exigencias alimentarias pueden dar lugar a racimos de tomas, en los que tu bebé come con más frecuencia que el intervalo medio de 2 horas. Seguir y responder a las señales de tu bebé puede ayudarte a comprender mejor sus necesidades.
Antes de que tu bebé pueda hablar, se comunicará contigo mediante sonidos y movimientos. Estos signos pueden actuar como señales cuando tienen hambre, están completos o necesitan un cambio de pañal. Aprender estas señales puede ayudarte a comprender mejor las necesidades de tu bebé.
Habla con tu profesional sanitario si tienes dudas sobre la lactancia materna o preguntas adicionales sobre la introducción de la leche artificial en la dieta de tu recién nacido.
Preparar la leche de fórmula de tu bebé requiere medidas de seguridad adicionales para garantizar que cada biberón sea seguro y satisfaga sus necesidades nutritivas. Preparar una botella puede dividirse en tres pasos: Saneamiento, Preparación y Almacenamiento.
En los primeros días de vida, el estómago de tu bebé crecerá a medida que aumenten sus necesidades de energía y nutrientes. Al décimo día, la barriguita de tu bebé tiene el tamaño de una pelota de ping-pong y puede tomar unos 60 gramos por toma. Tanto si toma el pecho como el biberón, tu recién nacido debe comer cada 2 o 3 horas, o unas 8 o 12 veces en 24 horas. Esto suma entre 20 y 32 onzas de leche materna o artificial en 24 horas. Un método útil para desarrollar un horario de alimentación es alimentar a demanda, también conocido como alimentación basada en señales. Esto te permite seguir las señales de hambre y saciedad de tu bebé para saber cuándo y cuánto darle. Aprende de tu bebé para desarrollar un plan de alimentación que satisfaga mejor sus necesidades.
La Dra. Darian Harris, especialista en Pediatría del CHRISTUS Children’s, comparte contigo por qué debes vacunar a tus hijos y cómo cuidarlos mejor cuando reciben una vacuna.
Los efectos secundarios más frecuentes tras recibir una vacuna son fiebre, cansancio, dolores corporales, enrojecimiento, hinchazón y sensibilidad alrededor del lugar donde se puso la inyección. Estas reacciones leves suelen desaparecer por sí solas en unos días. He aquí algunos consejos para ayudar a tu bebé después de recibir las vacunas.