6 meses

Ahora que tu bebé tiene seis meses, hay muchas nuevas y emocionantes aventuras que empezar. Uno de los acontecimientos más difíciles puede ser hacer frente al resfriado común o a la gripe, sobre todo si tu bebé pasa tiempo en una guardería. Heather Boroweic, enfermera pediátrica de CHRISTUS Children’s, ofrece excelentes consejos para cuidar en casa a tu bebé congestionado. Otro acontecimiento emocionante en este hito es ofrecer a tu bebé alimentos complementarios por primera vez. Los alimentos complementarios son los alimentos o bebidas que das además de la leche materna o artificial. Las secciones Necesidades de nutrientes y Actividad familiar ofrecen información sobre cómo introducir nuevos alimentos de forma segura. Los alimentos que le des a tu bebé ahora conformarán sus hábitos alimentarios para el resto de su vida.

Hitos del desarrollo

  • Social y Emocional: Alrededor de los seis meses, tu bebé empezará a socializar con los demás, identificando a las personas conocidas a su alrededor e incluso riéndose cuando se lo piden.
  • Lenguaje y comunicación: Tu bebé empezará a comunicarse contigo cuando esté lleno cerrando los labios para mostrar que no quiere más comida.
  • Aprender y pensar: Una forma en que tu bebé explorará el mundo que le rodea es llevándose objetos a la boca. Esto les obliga a coordinar tanto la visión como la motricidad y requiere que te mantengas alerta para garantizar la seguridad.
  • Movimiento y desarrollo físico: A los seis meses, tu bebé tendrá fuerza suficiente para empujarse con los brazos rectos y rodar desde el vientre hasta la espalda.

Necesidades nutricionales

Desarrollo de texturas

Desarrollar las complicadas habilidades de masticar y tragar alimentos con seguridad lleva tiempo. Por eso es necesario introducir alimentos sólidos a tu bebé por etapas. Cada etapa describe la textura y consistencia alimentarias más adecuadas para el desarrollo de tu bebé. La rapidez con que se desarrolla un bebé difiere de un niño a otro, así que no te alarmes si tu bebé necesita pasar más tiempo en una etapa u otra. En caso de duda, sigue las señales de tu bebé para introducir los alimentos de forma segura.


    • Fase 1
      : Los bebés pueden mostrar disposición para la comida entre los 4 y los 6 meses de edad. Empieza introduciendo pequeñas cantidades de alimentos de un solo ingrediente diluidos, en puré o colados. Estos alimentos se caerán fácilmente de la cuchara cuando alimentes a tu bebé. Los purés de zanahoria, manzana o avena deben tener una textura ligeramente más espesa que la leche materna o de fórmula.

    • Fase 2
      : Tu bebé puede explorar nuevas texturas y sabores con hierbas y especias añadidas. Esta transición puede producirse espontáneamente o planificarse en torno a los 7 u 8 meses de edad. Cuando prepares estos alimentos en casa, intenta triturar los alimentos blandos, como las patatas cocidas, los plátanos o los aguacates, hasta conseguir una consistencia suave antes de añadir ingredientes adicionales como hierbas y especias. * No es necesario añadir sal. Los bebés y los niños sólo necesitan una cantidad ínfima de sal y pueden obtenerla a través de la leche materna y de fórmula.

    • Fase 3
      : Los alimentos grumosos picados o triturados en trozos pequeños pueden ofrecerse como alimentos de la Etapa 3. Esta etapa desarrolla la capacidad de tu bebé para tragar texturas más espesas y fáciles de servir con cuchara. Esto puede ocurrir entre los 9 y los 12 meses de edad e incluye puré de judías y cereales molidos, como avena molida, quinoa o carne picada.
    • Etapa 4: Los “finger foods”, o alimentos cortados en trozos pequeños y fáciles de coger, suelen ser la última textura que se introduce hacia los 12 meses de edad. Durante esta etapa final, puedes ofrecer a tu bebé los alimentos que comes habitualmente. A medida que la dieta de tu bebé empiece a incluir más alimentos, ten siempre en cuenta el tamaño, la forma y la textura de los alimentos para evitar que se atragante.

Alimentación dirigida por el bebé

Es posible que hayas oído hablar de la alimentación dirigida por el bebé o destete en el pasado, pero quizá te preguntes: “¿Qué es realmente?”. Es muy sencillo. Esta forma de alimentación permite que tu bebé decida qué comer y cuánto. Todo lo que tienes que hacer es ofrecer el nuevo alimento en trozos pequeños y fáciles de coger que tu bebé pueda mordisquear. Dale a tu bebé tiempo y libertad para explorar este nuevo alimento. Lo que venga después depende de ellos. Pueden jugar con la comida, apartarla, intentar probarla o acabarse un plato entero (con sólo un poco de comida en el suelo). Cuando exploren, siéntate cerca y vigila de cerca para asegurarte de que están sentados erguidos y tienen distracciones limitadas. Los bebés que se alimentan solos pueden aceptar una mayor variedad de alimentos, tienen menos riesgo de padecer sobrepeso u obesidad y tienen una relación más sana con la comida. Así que, la próxima vez que tu bebé muestre interés por comer, prepara el terreno para que explore y se ensucie. Antes de empezar la alimentación dirigida por el bebé, habla con tu profesional sanitario para asegurarte de que este método se adapta a tu bebé.

Peligro de asfixia

Una de las preocupaciones al empezar a tomar alimentos sólidos es que tu bebé pueda atragantarse. He aquí algunas formas sencillas de reducir el riesgo de atragantamiento mientras tu bebé aprende a comer.

    • Prepara los alimentos con la forma, el tamaño y la textura adecuados. Los alimentos deben estar cocidos, pelados o cortados en trozos más pequeños, del tamaño de un bocado de ½ pulgada.
    • Evita los alimentos pequeños, pegajosos o duros que sean difíciles de masticar o tragar.
    • Utiliza una trona u otro lugar seguro para que tu bebé coma sentado erguido.
    • Espera para comer o merendar hasta que puedas supervisar. No le ofrezcas comida mientras esté en un asiento de coche o en un cochecito.
    • Prepárate de antemano hablando con tu equipo sanitario sobre qué hacer si tu hijo se atraganta. Llama al 911 en caso de emergencia.

Recetas recomendadas

Actividad de compromiso familiar

Introducir los primeros alimentos a tu bebé es un gran paso para ti y para él. La Fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria ofrece información y orientación adicionales durante este momento crítico. Para saber más sobre la introducción segura de nuevos alimentos a tu bebé, consulta el PDF “Comenzar a comer sólidos”, enlazado aquí.

Rincón del cuidador

Heather Boroweic, enfermera pediátrica de CHRISTUS Children’s, sugiere remedios caseros que puedes utilizar cuando tu bebé esté congestionado. La congestión nasal, también conocida como nariz taponada, puede estar causada por infecciones, como el resfriado o la gripe, alergias, polvo, gases de escape de los coches o perfumes que irritan el revestimiento de la nariz. La mayoría de las veces, la congestión va acompañada de una acumulación de mucosidad.

    • Succiona la mucosidad con una jeringa de pera o con NoseFrida para despejar las vías nasales de tu bebé. Si la mucosidad es pegajosa, utiliza unas gotas de solución salina para succionarla fácilmente.
    • Haz funcionar un humidificador de vapor caliente o frío mientras tu bebé duerme para evitar o aflojar la mucosidad que se forma durante la noche. Asegúrate de tener el humidificador al menos a 60 cm de distancia de tu bebé y de no tener el humidificador orientado directamente hacia él.
    • Evita utilizar un ventilador de techo o una unidad portátil de aire acondicionado por la noche. Utilizar un ventilador cuando tu bebé está enfermo puede secar la mucosidad de la nariz y dificultar la respiración.
    • Pon una almohada debajo del colchón de la cuna para elevar ligeramente la cabeza de tu bebé. Elevar su cabeza, aunque sea unos pocos grados, puede favorecer una mejor respiración durante el sueño. Nota: La almohada NO debe estar directamente debajo de la cabeza de tu bebé.
    • Ponte siempre en contacto con tu pediatra para cualquier pregunta o duda sobre la salud de tu bebé.