12 meses o 1 año

¡Feliz Cumpleaños! Tu bebé ha cumplido oficialmente un año y ya se le considera un niño pequeño. Tómate un momento para reflexionar sobre el año transcurrido y mira lo lejos que habéis llegado tú y tu bebé. Tu bebé casi ha triplicado su peso al nacer y ya ha ganado unos 25 cm de longitud. Han pasado por varios estirones en este primer año y han empezado a explorar distintos sabores y texturas. Puede que incluso hayan empezado a salir algunos dientes de leche en los últimos meses, lo que facilita un poco el paso a la alimentación sólida. El Rincón del Cuidador de esta sección compartirá consejos útiles para elaborar una dieta completa que fomente hábitos saludables para proteger la salud bucodental de tu bebé.

Hitos del desarrollo

  • Social y Emocional: Al año de edad, tu bebé empezará a socializar contigo jugando a juegos como la palmadita o el cucú.
  • Lenguaje y comunicación: Tu bebé se comunicará con los demás saludando o despidiéndose y te llamará “mamá”, “papá” u otro nombre único para identificarte.
  • Aprendizaje y pensamiento: Sus habilidades para resolver problemas llevarán a tu bebé a buscar cosas que escondes, como un juguete bajo una manta o una taza en un mostrador.
  • Movimiento y desarrollo físico: Tu bebé se levantará para ponerse de pie e intentará andar agarrándose a los muebles.

Necesidades nutricionales

Tamaños de las raciones de 12 a 24 meses

Ahora que tu bebé tiene 12 meses, su principal fuente de nutrición puede proceder de los alimentos que come. La ingesta calórica media de los niños de entre 12 y 23 meses es de unas 700 a 1.000 calorías al día. Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses ofrecen recomendaciones generales sobre qué cantidad de cada grupo de alimentos debe comer tu bebé a lo largo del día para satisfacer sus necesidades calóricas.

    • Frutas: 1 taza al día. 1 taza de fruta equivale a 1 taza de fruta triturada o troceada o a unas diez fresas o uvas. Para los niños menores de tres años, los zumos de fruta 100% deben limitarse a 4 onzas líquidas diarias.
    • Verduras: 1 taza al día. 1 taza de verdura equivale a 2 tazas de verduras de hoja verde crudas, 8 onzas líquidas de zumo 100% vegetal o 1 taza de puré o verdura picada.
    • Granos – 2-3 onzas al día. 1 onza de cereales equivale a 1 rebanada de pan, 1 tortilla pequeña, 5 galletas saladas, ½ taza de arroz o pasta cocidos o 1 taza de cereales listos para comer.
    • Proteínas- 2 onzas al día. 1 onza de alimento proteico equivale a 1 huevo, ¼ de taza de judías cocidas o 1 onza de proteína de origen animal cocida.
    • Lácteos: 2 tazas al día. 1 taza de lácteos equivale a 1 taza de leche líquida, 1 taza de yogur, 2 quesos en tiras o 3 dados de queso.

Presentación de los productos lácteos

Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses recomiendan esperar hasta que el bebé tenga al menos 12 meses antes de introducir la leche de vaca. Introducir la leche y otros productos lácteos demasiado pronto puede poner a tu hijo en riesgo de sufrir malestar estomacal o hemorragia intestinal en casos graves. La leche, el yogur y el queso pueden ser demasiado duros para el estómago en desarrollo de un lactante, pero si se introducen en el momento adecuado, pueden ayudar a satisfacer las necesidades diarias de tu bebé. Los productos lácteos son ricos en proteínas, grasas, calcio y vitamina D. Empieza introduciendo la leche entera entre los 12 y los 24 meses, antes de pasar a la leche desnatada o con bajo contenido en grasa. La grasa de la leche entera ayuda a tu bebé a absorber las vitaminas liposolubles, como las vitaminas A, D, E y K, y tiene un beneficio añadido en la salud y el desarrollo del cerebro. No ofrezcas más de dos raciones diarias de leche entera, yogur o queso. Demasiados lácteos pueden provocar estreñimiento e impedir la absorción de otros nutrientes, como el hierro. Recuerda que la leche de origen vegetal no siempre tiene un valor nutritivo similar al de la leche de vaca y sólo debe utilizarse si te lo aconseja tu médico. Si quieres utilizar leche de origen vegetal, busca opciones enriquecidas con vitamina D y calcio para satisfacer las necesidades de tu bebé.

Transición a una taza de "niño grande

A los niños de entre 12 y 18 meses se les anima a pasar del biberón al vaso normal de boca abierta. Utilizar biberón durante más de 12 meses puede hacer que tu bebé se llene de líquidos entre comidas y no tenga hambre cuando llegue la hora de comer. Los niños pequeños que utilizan biberón durante más de 12 meses también tienen un mayor riesgo de desarrollar caries del biberón. La caries del biberón es una enfermedad en la que las bacterias crean agujeros en los dientes de leche debido a la exposición prolongada al azúcar. Permitir que tu bebé se duerma con un biberón o que tome sorbos de leche u otros zumos a lo largo del día es una de las principales causas de esta enfermedad. En su lugar, limita poco a poco los biberones de leche a las horas de las comidas, mientras ofreces agua simple y fluorada entre las comidas y la hora de acostarse. Utiliza tazas para sorber sólo durante la transición al biberón o cuando estés fuera de casa. No utilices tazas para sorber durante demasiado tiempo, ya que pueden inhibir el desarrollo de la motricidad fina de tu bebé, necesaria para beber de una taza normal. Esta transición puede llevar algún tiempo, así que ten paciencia y celebra las pequeñas victorias de cada día.

Recetas recomendadas

Actividad de compromiso familiar

  • Cepíllate, Libro, Cama es un programa creado por la Academia Americana de Pediatría (AAP) con un mensaje sencillo. No tienes que esperar a que tu bebé tenga dientes para empezar a preocuparte por su salud bucodental. Crear una rutina nocturna con una buena higiene bucal puede encaminar a tu bebé hacia la creación de este hábito saludable.
  • Descarga el folleto para aprender a crear una rutina nocturna sin estrés que proteja la salud bucodental de tu bebé.

Rincón del cuidador

El residente de Odontopediatría Jacob Tuft, de CHRISTUS Children’s, dice que lo mejor que puedes hacer por la salud bucodental de tu hijo es establecer un “hogar dental”. Entablar una relación con tu dentista pediátrico local, que puede observar los dientes de tu bebé a medida que crece y ofrecerte orientación sobre la mejor forma de cuidar sus dientes, es crucial para establecer un hogar dental para tu bebé. Su casa dental sería el primer lugar al que acudir si tu hijo sufriera alguna vez un traumatismo dental. Los problemas dentales pueden aparecer pronto en la vida de un niño, por lo que saber a quién acudir es esencial. He aquí algunos consejos adicionales del Dr. Tuft para que tengas en cuenta la salud bucodental de tu bebé.

      • Antes de que salgan o erupcionen los dientes, limpia las encías con un paño húmedo para evitar la acumulación de bacterias después de cada toma y antes de acostarte.
      • Los dientes pueden empezar a salir alrededor de los seis meses. Asegúrate de concertar la primera cita con el dentista de tu bebé en los seis meses siguientes a la aparición de su primer diente.
      • Una vez que hayan salido los dientes, cepíllate dos veces al día con una pasta dentífrica fluorada del tamaño de un grano de arroz.

La pasta de dientes o un paño limpiador debe ser lo último que toque la boca de tu bebé antes de irse a dormir.