Han pasado tres meses y tu bebé está listo para su próxima visita al médico. A los 15 meses, tu bebé debe someterse a un chequeo completo junto con algunas vacunas. Asegúrate de pedir a tu médico una copia de las vacunas de tu bebé para tu archivo personal. Otra curva de aprendizaje que hay que superar como padre a lo largo de este primer año es lidiar con un bebé que empieza a mostrar comportamientos melindrosos al comer. A medida que los patrones de crecimiento de tu bebé cambian lentamente, también lo hacen su apetito y sus hábitos alimentarios. Forzar o sobornar a tu hijo para que coma sólo puede empeorar las cosas. He aquí algunos consejos y trucos para ayudarte a navegar por las necesidades cambiantes de tu hijo pequeño.
¿A tu hijo le gustan o le disgustan mucho ciertos tipos de comida? ¿Les cuesta aceptar alimentos nuevos? Si has respondido “sí” a alguna de estas preguntas, puede que tu hijo sea un comedor quisquilloso. Pero no te preocupes. Es frecuente que los niños sean sensibles a distintos sabores, texturas y olores. Como padre, uno de tus objetivos es criar a un comedor competente que pueda aceptar una variedad de alimentos que satisfagan sus necesidades energéticas, manteniendo al mismo tiempo una relación positiva con la comida. Los niños que sólo comen un tipo de alimento durante un periodo prolongado pueden tener dificultades para ganar peso o presentar carencias de nutrientes que les impidan llevar una vida sana. No es raro que los niños favorezcan o prefieran un tipo de comida durante algún tiempo. Esto suele considerarse un “atracón de comida”. Las investigaciones demuestran que es posible que tengas que presentar el mismo alimento a tu hijo más de diez veces antes de que lo reconozca y empiece a disfrutarlo. ¡Así que no te rindas! Sigue ofreciendo una variedad de alimentos a tu hijo; nunca se sabe cuál se le puede pegar.
Fomentar hábitos alimentarios saludables empieza a una edad temprana. He aquí algunos consejos y trucos para ayudar a tu hijo a convertirse en un comedor competente.
Muchos factores entran en juego en los comportamientos melindrosos con la comida. Como dice Ellyn Satter, MS RD, “La alimentación normal es una respuesta a tus emociones, horarios, hambre y proximidad a la comida”. Ser quisquilloso con la comida puede deberse a un cambio en uno o varios de estos factores ambientales y conductuales. Un “atracón de comida“, o cuando tu hijo quiere comer lo mismo en todas las comidas, también puede deberse a ciertas enfermedades. Ten en cuenta otros síntomas que presente tu hijo para entender por qué puede no aceptar distintos tipos de alimentos. ¿Les cuesta masticar y tragar? ¿Tienen reacciones adversas, como diarrea o ardor de estómago, cuando comen un alimento concreto? ¿Han tenido alguna mala experiencia, como una reacción alérgica o un atragantamiento? Si es así, puede que tu hijo evite ciertos alimentos por una razón concreta. Mantente alerta durante cada comida para observar y comprender las necesidades de tu hijo. Si tienes alguna duda o preocupación, pide siempre consejo y orientación a tu profesional sanitario para afrontar los cambios en los hábitos alimentarios de tu hijo.
La Dra. Melissa Svoboda es Jefa de Neurología Pediátrica y Directora del Programa de Autismo del CHRISTUS Children’s. En este vídeo, el Dr. Svoboda habla del Trastorno del Espectro Autista (TEA) y de los indicios del desarrollo que pueden mostrar signos precoces de TEA. El autismo es una discapacidad neurológica y del desarrollo que afecta a la forma en que las personas se comunican, aprenden y se comportan en diversos grados. Diagnosticar a un niño con autismo puede ser un reto y requiere una evaluación minuciosa del historial de desarrollo del niño y de su comportamiento general. El diagnóstico precoz es esencial para que los niños reciban el apoyo y los servicios que necesitan para llevar una vida feliz y sana. He aquí tres signos de que un niño puede necesitar una evaluación adicional.