18 meses

Ahora que tu hijo pequeño tiene un año y medio, hay nuevos hitos y retos emocionantes. Alrededor de esta época, se esforzarán por ser independientes y empezarán a utilizar una palabra nueva que quizá hayan oído o aprendido de ti: “no”. Utilizar la palabra “no” es una forma de que tu hijo tome sus propias decisiones y exprese sus sentimientos. Una forma de ayudarles a sentirse más independientes es dándoles opciones. Ofrece a tu hijo pequeño opciones a la hora de elegir qué ponerse, comer o hacer para que sepa que valoras sus opiniones y sentimientos. En última instancia, como padre, puedes guiar a tu hijo para que tome decisiones seguras y saludables. Sigue leyendo para obtener más ideas sobre cómo desarrollar hábitos saludables a la hora de comer para tu pequeño en crecimiento.

Hitos del desarrollo

  • Social y Emocional: A medida que tu hijo pequeño se desarrolle, se esforzará por ser independiente y a veces se alejará de ti para ver si le sigues o estás cerca.
  • Lenguaje y comunicación: Tu hijo pequeño intentará decir tres o más palabras además de “mamá” o “papá” y seguirá instrucciones de un solo paso, como “Dámelo”.
  • Aprender y pensar: Tu hijo pequeño intentará copiar tus acciones, como hablar por teléfono, barrer con una escoba o fregar los platos con una esponja. Seguirán jugando con los juguetes, moviéndolos con movimientos unidireccionales como empujar o tirar.
  • Movimiento y desarrollo físico: Alrededor de los 18 meses, tu bebé caminará de forma independiente, sin agarrarse a nada ni a nadie. Incluso intentarán escribir o garabatear con un utensilio de escritura, beber de un vaso sin tapa y alimentarse con los dedos o con una cuchara.

Necesidades nutricionales

División de responsabilidades

Ellyn Satter es dietista diplomada y terapeuta familiar que ayuda a los padres a navegar por la aventura de alimentar a sus hijos. El Instituto Satter acuñó el término División de Responsabilidades en la Alimentación como un método de enseñanza único que destaca el papel de padres e hijos durante las comidas. En este método de enseñanza, el padre debe elegir
qué, cuándo y dónde
comerá su hijo. A cambio, el trabajo del niño consiste en decidir cuánto y si tiene hambre y quiere comer cuando le ofrezcas comida. Tanto los padres como los hijos tienen papeles únicos que requieren paciencia y tiempo para aprender el uno del otro. Se ha demostrado que esta técnica ayuda a tu hijo a convertirse en un comedor hábil y competente. Para saber más sobre la División de Responsabilidades en la Alimentación, consulta la Actividad Familiar que aparece a continuación para descargar un folleto del Instituto Satter.

Crea rutinas

Programar las comidas con tu hijo le prepara para la guardería y el preescolar y le ayuda a escuchar sus señales naturales de hambre y saciedad.3 También limita el tiempo que tu hijo pasa “pastando” o comiendo entre comidas. Dejar que tu hijo tenga rienda suelta en la cocina puede alterar su apetito y hacer que no tenga hambre para la siguiente comida. Utiliza términos como “la cocina está abierta o cerrada” para acostumbrarte a un horario de comidas. Como padre, esto también puede ayudarte a cumplir con tu responsabilidad de saber cuándo necesita comer tu hijo pequeño, al tiempo que te quita parte del estrés de tener que averiguar dónde darle de comer. Sigue el horario, y dondequiera que estés en el próximo momento de comer, tómate un minuto para crear un entorno en el que tú y tu hijo podáis comer.

Criar a un comedor competente

Un comedor competente se siente cómodo y seguro a la hora de comer. Enseñar a tu hijo pequeño a ser un comedor competente es una habilidad esencial que debe aprender a medida que crece. Este tipo de comedor puede reconocer sus sensaciones internas de hambre y vocalizarte esas sensaciones. A cambio, también pueden escuchar a su cuerpo, darse cuenta de cuándo están saciados durante una comida o un tentempié y dejar de comer. Este tipo de comedor disfruta con lo que come y está dispuesto a explorar nuevos alimentos por el camino. Recuerda que tú eres su modelo a seguir cuando enseñes a tu hijo a comer bien. Aprenderán de ti a hablar de comida y querrán comer lo que tú comes. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán en el camino.

    • Cocina y come en casa al menos cinco veces por semana. Las familias que comen juntas están más sanas, rinden mejor en la escuela y tienen menos probabilidades de sufrir depresión o trastornos alimentarios.4
    • Limita las distracciones durante las comidas. Apagar el televisor y retirar todos los aparatos electrónicos de la mesa ayuda a dedicar tiempo de calidad a la comida.5
    • Ofrece comida sin presionar. Utilizar la comida como recompensa o soborno puede hacer que tu hijo desarrolle una visión malsana de la comida y se sienta estresado a la hora de comer. En lugar de eso, utiliza la comida para conectar con tu cultura y tu familia.
    • Incluye diferentes colores, sabores y texturas. La variedad a la hora de comer puede mantener a tu hijo enganchado y entusiasmado mientras construye la lista de alimentos que le gustan.
    • No te rindas. Como toda experiencia nueva, puede llevar tiempo y múltiples exposiciones a un nuevo alimento antes de que tu hijo decida que le gusta. Sigue ofreciéndole el mismo alimento de distintas formas a lo largo del tiempo para ampliar sus preferencias alimentarias.

Actividad de compromiso familiar

  • Ayudar a tu hijo a convertirse en un comedor competente y seguro de sí mismo empieza por vosotros, sus padres. Es fundamental enseñar a tu hijo hábitos alimentarios saludables, permitiéndole al mismo tiempo explorar y descubrir sus preferencias gustativas.
  • El Instituto Ellyn Satter ha creado valiosas herramientas y recursos, como su folleto División Satter de la responsabilidad en la alimentación. Este PDF descargable ofrece orientación a los padres de bebés y niños pequeños sobre la hora de comer.

Rincón del cuidador

La Dra. Darian Harris es Doctora en Medicina Osteopática en el Departamento de Pediatría del Hospital Infantil CHRISTUS de Santa Rosa. En este vídeo del Rincón del Cuidador, el Dr. Harris ofrece sugerencias sobre cómo mantener seguro a tu bebé en casa.

    • Guarda todos los productos químicos de limpieza y los medicamentos en recipientes cerrados, claramente marcados y difíciles de alcanzar y abrir.
      • Si tu hijo interactúa con estas sustancias, llama inmediatamente al Servicio de Toxicología al 1-800-222-1222 para que te orienten.
    • Sujeta a la pared todos los muebles grandes, como librerías, cunas y cómodas, para evitar que caigan sobre tu hijo.
    • Utiliza barreras para bebés tanto en la parte superior como en la inferior de las escaleras para evitar caídas o tropiezos desde cualquier dirección de la escalera.
    • Supervisa de cerca todos los juegos acuáticos, incluso en piscinas, océanos, lagos, ríos y bañeras. Asegúrate siempre de que tu hijo lleva un chaleco salvavidas adecuado a su edad.
    • Practica la seguridad en la cocina para evitar derrames, quemaduras o cortes. Sólo permite que tu hijo interactúe en la cocina para lo que está preparado desde el punto de vista de su desarrollo.

Si se produce un accidente o una lesión, planifica cómo abordar el problema. Busca siempre atención inmediata cuando sea necesario